Kilómetros de playas azul turquesa no contaminadas y solitarias, unas con olas y otras con la tranquilidad de una piscina natural rodeada de formaciones rocosas, son el escenario diario de “El Banquito”.
Una jungla verdadera a la orilla del mar
La selva virgen alberga cocoteros, mangles, acacias, mangos, hules, palmas reales, buganvillas, papayos…. Todos mezclándose en una sinfonía de colores, formas y sabores. Papayos y mangos crecen espontáneamente atrayendo monos, pájaros y algunos humanos que comparten con ellos este paraíso sin descubrir.
Debido al régimen estacional del clima (estación lluviosa y estación seca) la vegetación florece o decae de acuerdo con la lluvia. La estación seca empieza en diciembre y termina en junio, pero últimamente con los cambios climáticos del mundo, la temporada de lluvias se ha alargado.
En el cercano río Aricagua, bambúes gigantes formaron una bóveda natural verde amarilla, por la cual el sol prácticamente no pasa, la gente local de Chirimena pesca allí el muy preciado camarón de río. La economía local del pueblo cercano Chirimena está basada en la recolección de piedras, arena y otros materiales naturales para la construcción y la industria de los filtros.
El turismo ha crecido en la zona de Chirimena, pero está restringido a los fines de semana o a ciertos períodos vacacionales específicos.
El río Acarigua nace en el Parque Nacional “El Avila” (la cadena montañosa que separa a Caracas, la capital de Venezuela del mar Caribe) y lleva agua durante todo el año y ha crecido ocasionalmente 10 veces su volumen durante los períodos de lluvias torrenciales.